Cosecha Roja.-
Foto: Télam.

Cinco mujeres y dos hombres, de nacionalidad dominicana fueron detenidos hoy al mediodía luego de que agentes de la Comisaría 16 allanaran un conventillo en el barrio Constitución, donde vivían y vendían drogas. Los líderes de la banda, investigados desde hace meses por la Superintendencia de Drogas Peligrosas, están entre los capturados. “Niño Pico”, dominicano, residía en el hotel de la calle Santiago del Estero al 1400, y “Wendys”, la octava detenida, de nacionalidad peruana, que fue identificada como la jefa principal, vivía en el barrio Pompeya. Durante el operativo, fueron secuestradas 540 dosis de paco listas para ser distribuidas y sustancias para fabricar mil dosis más; también, 30 celulares y 6 mil pesos en billetes de baja denominación. En la casa de alias “Wendys” se decomisaron 8 mil dólares. La investigación está en manos del Juzgado Federal Nº 12.

Las mafias dominicana y peruana se disputan la calle Santiago del Estero entre el 1300 y el 1500. Las peleas con armas y cuchillos son constantes. Algunos vecinos denuncian que los transas están protegidos por los policías de la Comisaría 16, los mismos que hoy intervinieron en la captura de ocho personas en un conventillo de esa calle, con el número 1422. El lugar había sido denunciado varias veces como expendio de drogas que funcionaba día y noche; especialmente, después de las cinco de la tarde, cuando en la zona hay más actividad de boliches y prostitución.

En mayo de este año, el mismo lugar fue allanado y hubo detenciones. Los vecinos, presentes en el operativo de hoy, dijeron que esa vez no hubo cámaras de televisión ni tanto despliegue policial. Hoy la cuadra estaba cerrada para los transeúntes. Allí, mientras salían los detenidos-la mayoría mujeres, incluso uno de ellas embarazada-, los asistentes se quejaban del olor nauseabundo: un contenedor de basura rebosaba desperdicios.

Las detenciones de mayo de nada sirvieron, dice una mujer que se empina desde la vereda para ver el rostro del pibito que llevan en brazos. “Al poco tiempo, todo volvió a como era. Ojalá esta vez no sea así”, termina de decir.

Una fuente del Juzgado Federal Nº 12 dijo a Cosecha Roja que, con este, ya serían más de tres las diligencias judiciales que se realizan allí: “Tuvimos una causa en ese lugar. Allanaron, ellos quedaron detenidos, recuperaron la libertad, volvieron a vender; los volvimos a investigar, cambiaron de lugar; otros tipos llegaron a vender allí, volvimos a allanar. Se repite cada vez”.

Hoy, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, dijo que la banda quedó desmantelada y que continuarán las investigaciones para que allí no se vuelva a vender. Una fuente de la Secretaría de Drogas Peligrosas le dijo a Cosecha Roja, que aunque el operativo se centró en las personas que fueron detenidas, la calle Santiago del Estero al 1400 continuará con estricta vigilancia. Las demás personas que habitan el conventillo del 1422 permanecieron resguardándose en las nueve habitaciones del lugar. La escalera que lleva al primer piso del edificio tenía papeles y bolsas pequeñas, que quedan como residuo luego del consumo de paco.

La mafia de Constitución

Una mujer dominicana que milita en una organización social del barrio Constitución, explicó: “Los peruanos y los dominicanos últimamente están en todo: asalto con fierros, venta de drogas. Los mismos paisanos te dicen ‘me da vergüenza que este vino ayer y ya está vendiendo, porque se juntan con los peruanos y los peruanos son re chorros y los dominicanos son re vivos, entonces es la combinación perfecta”. Hay un enfrentamiento entre ellos por cuestión de negocios: “Ya pasó que un peruano mató a un chico dominicano. Porque el punto de venta era del peruano y fueron los dominicanos a vender. Antes los dominicanos venían a trabajar, ahora llegan, se buscan su puesto de drogas, su fierro, te lo juro. La Policía lo sabe todo”, denuncia la mujer.

Otros vecinos coinciden en el diagnóstico. “En Constitución están la mafia de los dominicanos y peruanos. Acá se disputan quién se queda con la zona. Como no pudieron quedarse con la zona uno u otro, se asociaron. Droga, trata, todo tipo de delitos”, dice un habitante de la calle Santiago del Estero. “Y después, acá, hay enfrentamientos entre ellos porque se quedan con más o con menos, y esos son los que en la noche matan a uno, lo suben en el auto y se lo llevan. Y está la 18 custodiándolos. Hasta hace dos o tres años se disputaban quién se quedaba con Constitución, ahora son socios”, denuncia la misma fuente.

Sin embargo, los enfrentamientos continúan. “La madrugada del sábado pasado hubo un hecho, donde parece que eran dominicanos y peruanos, porque se insultaban ahí en la cuadra y le decían ‘no te vayas, no te vayas porque le pegaron un tiro’ y nombraban no sé a quién. Yo ya no llamo más a patrulla porque no podés estar llamando siempre y que siempre pase lo mismo”, cuenta una vecina de la misma calle, al 1400. “Es más: el patrullero vino, paró, lo empujó a uno de los que estaban haciendo problemas y habiendo tanto disturbio el patrullero salió y se fue. ¿Y cómo puede ser?”, se indigna.

Esta presunta mafia también fue investigada por el juzgado federal Nº 12. “En Santiago del Estero 1422, durante una de las investigaciones, un vendedor se agarra con un comprador que le va a reclamar, le pega dos tiros y lo mata, los tipos se fugan, nosotros buscamos al fugado, vuelven a vender en 1422 otros, volvimos a allanar. Era el cuento de nunca acabar”, relata un funcionario judicial. “Esa zona, Santiago del Estero, Bernardo de Irigoyen, Independencia, se vende mucho y hay muchos dominicanos”, cuenta un secretario del juzgado.

El hotel del 1422

En la planta baja del hotel que hoy fue allanado, cuenta una vecina que vive en esa cuadra y tiene ventana a la calle, se observa la venta continua de droga en todo horario, principalmente en la noche. La gente hace fila en la escalera para llegar al primer piso y comprar. También se generan hechos de violencia como consecuencia de la venta misma: la noche del 22 de enero, un hombre dominicano murió por un disparo de arma de fuego. “Lo peor es desde la cuatro de la madrugada hasta las ocho de la mañana”, dice la fuente que pidió no ser identificada.

Los hechos de sangre siguen pasando. Hace dos meses, cuenta la vecina, también hirieron a un consumidor allí. “Una madrugada me despiertan los gritos. Salgo a la calle a mirar y se veía un grupo de dominicanas y uno en calzoncillos corriendo con un machete que si le pegaba le volaba la cabeza. Le tiró tantos machetazos que le cortó el brazo. Ahí llamé a la policía, me preguntaban cuántos eran. ‘Yo qué sé cuántos son’, le decía. Cuando llegó el patrullero de la Comisaría 16, bastante rápido, la gente la empezó a insultar a la policía. Porque el chico al que le habían cortado el brazo quedó tirado ahí en el piso. La gente le recriminaba que ellos sabían que ahí vendían droga y que entraran a sacarlo al tipo que dirige todo de ahí. El que estaba tirado en el piso les decía ‘¿cuántos azules te dan por semana, porque acá los están perjudicando la vida a cuántos chicos?’. La policía, obvio que nada: llamaron a la ambulancia, hicieron la parte administrativa y se fueron”, relata la mujer. Después del episodio, la vecina le consultó al administrador por lo que había pasado, a lo que él le contestó: “Esto ya es algo común acá, ni te gastes en llamar a nadie porque esto es todos los días así”, refiere la vecina.

Unos quince días después allanaron ese hotel –que no tiene nombre–, y se llevaron detenido al hombre con el machete, que, dicen en la zona, puede ser el que maneja todo junto a una mujer de la misma nacionalidad. Pero pronto volvió. “El otro día a la noche yo me lo encontré por acá otra vez”, dice en tono de denuncia.

Un ex policía de la Comisaría 16, consultado por Cosecha Roja, explica cómo es la relación entre la Policía y la llamada “mafia dominicana”: “Ese centro de operaciones de los transas –habla del conventillo–, junto con La Saladita, son dos de las principales fuentes de recaudación en el barrio de la Comisaría 16”.

El hotel de residencia al que se refiere el policía, y que hoy volvió a ser allanado por la Policía Federal, no sería el único en la zona. Según los dichos de los vecinos, en Santiago del Estero 1426, al lado, funciona otro hotel en planta baja, en el que también, lo dicen todos, se venden drogas y es lugar de encuentro de transas.