El chalet de 19 y 60 en La Plata, provincia de Buenos Aires, era conocido popularmente como la “happy house”. En la madrugada del jueves la casa feliz fue allanada y de allí se rescató a nueve mujeres que ejercían la prostitución.

Siete de ellas eran paraguayas, una dominicana y otra brasilera. Vivían en esta casa de dos pisos, con ventanales que estaban siempre cerrados. “Ni en las peores ni en las mejores condiciones”, le dijo a Cosecha Roja Fernando Cartasegna, el fiscal que investiga delitos conexos a la trata de personas.

Como todavía no se ha podido probar que sea una red de trata de personas se aplicó la ley de profilaxis. Hasta el momento son cinco las personas demoradas: el responsable directo de la casa, la madama y el encargado de seguridad.

Las chicas están en un centro de contención a la víctima y bajo la supervisión de psicólogas. “Hace un año y medio que veníamos investigando este lugar pero necesitábamos las pruebas para poder entrar y clausurarlo”, dijo Cartasegna.

Este chalet estaba considerado de alto nivel entre los clientes. Eran muchos los autos de alta gama que estacionaban en la cuadra desde hacía más de tres años.

En la División Trata de Personas habían recibido 12 denuncias “sobre el ejercicio de prostitución y la posible presencia de menores” y otras en las que se aseguraba que se “sometía a mujeres a ejercer la prostitución”.

La noche del allanamiento fueron varios los habitués que se sorprendieron por el operativo y otros que se enteraron de lo que pasaba al salir de las habitaciones.

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