Sepultado vivo

La razón, Bolivia-.


Campesinos del departamento de Potosí enterraron vivo a un adolescente de 17 años con el cadáver de una mujer, a la que presuntamente violó y asesinó, y quemaron vivos a dos cogoteros, de 17 y 21 años.

El primer caso ocurrió en el municipio de Colquechaca, norte de Potosí. La fuerza anticrimen informó que el miércoles una turba, enfurecida por la violación y asesinato de Leandra Arias Janco, de 35 años, capturó a Santos Ramos y lo enterró sobre el féretro de ella, atado de pies y manos.

El muchacho fue acusado por los comunarios de haber abusado sexualmente y ahorcado a la mujer, cuyo cuerpo fue encontrado cerca de las 16.00 del domingo en una curva de la carretera Colquechaca-Surini.

Antes de quitarle la vida, la muchedumbre condujo a golpes y empujones a Santos Ramos a ver el cadáver de su presunta víctima en el inmueble donde estaba siendo velado.

El fiscal de Distrito de Potosí, José Luis Barrios, informó, por otra parte, que el martes, comunarios de Tres Cruces, población situada en la provincia José María Linares, lincharon a dos personas a quienes acusaron de haber asesinado, el domingo, al chofer Julián Mamani, de 45 años, para robarle su vehículo.

El comandante de la Policía de Potosí, coronel Luis Cardozo, explicó a La Razón Digital que los dos linchados fueron identificados como Roberto Huanca Villca, de 17 años, y Agustín Huanca Estrada, de 21.

Se presume que los dos hombres, contrataron los servicios del conductor para que los conduzca al municipio de Puna. En el trayecto le atacaron, le prendieron fuego con gasolina y se llevaron su vehículo tipo Noah.

Venganza. El miércoles se dirigieron con el motorizado a la localidad cercana de San Lucas y lo pusieron a la venta en $us 2.000. Sin embargo, familiares y vecinos de la víctima reconocieron el coche, los atraparon y condujeron a Tres Cruces.

A uno lo apedrearon hasta dejarlo inconsciente y luego a ambos les echaron gasolina y les prendieron fuego. Los cuerpos quedaron reducidos a cenizas y éstas fueron esparcidas para borrar evidencias.

Personal del Ministerio Público y de la Policía se hicieron presentes en el lugar, no obstante, fueron expulsados por los pobladores, a dinamitazos, quienes también echaron a los periodistas a pedradas. “Estamos cansados de la Justicia Ordinaria, a partir de la fecha (habrá) justicia comunitaria”, advirtió un campesino, reportó radio Kollasuyo.