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Cosecha Roja.-

En julio de 2010, en Pico Truncado, Santa Cruz, una modelo fue asesinada de dos disparos en la cabeza. Seis meses después de la finalización del juicio, su hermana gemela anunció que iba a casarse con el hombre que fue condenado por el asesinato. Los padres de las chicas presentaron un recurso ante el Registro Civil para impedir la boda. Ahora, la Justicia, después de hacer las pericias psicológicas, autorizó el casamiento.

Apenas seis meses habían pasado desde la finalización del juicio por el asesinato de Johanna Casas, ocurrido el 16 de julio de 2010 en la localidad santacruceña de Pico Truncado. Edith, la hermana gemela de la víctima, fue a la casa de sus padres y les contó la novedad: planeaba casarse con Víctor Cingolani, el asesino de Johanna.

“Mi hija no está normal”, dijo la madre de las chicas, Marcelina del Carmen Orellana. Durante el juicio Edith había denunciado a Congolani por “maltrato psicológico y abuso sexual”. Según contó, el hombre había intentado llevarla a un lugar “cerca de donde hallaron el cuerpo” de su hermana.
Los padres de las hermanas se presentaron ante el Registro Civil y pidieron que se prohíba el casamiento. “No cabe en mi cabeza. Mi hija no está normal. Me gustaría que le hagan estudios psiquiátricos”, dijo la madre de las gemelas.

Un día antes de la boda, la Justicia atendió el reclamo de los padres y la suspendió. Además, pidió que se hicieran las pericias psicológicas. Ahora, con el resultado de los estudios, la jueza subrogante Gabriela Zapata dio vía libre para que los novios finalmente se casen.