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Un tribunal agregó el martes nuevos cargos por narcotráfico contra del empresario nicaragüense Henry Fariñas, testigo clave del crimen del trovador argentino Facundo Cabral en julio de 2011 en Guatemala, anunció el juez Julio Arias.

Arias, titular del Juzgado Quinto Penal de Audiencia de Managua, aceptó la solicitud de la fiscalía para acumular en un solo juicio los procesos contra de Fariñas y otras personas, entre ellas su hermano Pedro.

La fiscalía alegó que existe conexión con dos casos de droga decomisada en 2010 y 2011 en un barrio de Managua y en la carretera a León (oeste), en los que se registraron delitos de tráfico de droga, lavado de dinero y crimen organizado.

En la audiencia estuvo presente Fariñas, quien, tras escuchar la decisión del juez, denunció ante la prensa local ser víctima de acoso y presiones por parte de jefes policiales de Nicaragua para que admita los cargos que le imputan.

“Estoy contra la pared. Estoy con miedo. Estoy asustado, Todo esto (juicio) son inventos; vendrán con una cosa o con otra”, dijo el empresario, detenido en abril cuando intentaba salir de Nicaragua y recluido en celdas de máxima seguridad de la Policía Nacional.

Fariñas, supuesto blanco del atentado donde murió Cabral, es considerado por la Justicia de Guatemala testigo clave en el proceso contra el costarricense Alejandro Jiménez, alias ‘Palidejo’, detenido en ese país acusado de ser el autor intelectual del ataque.

Según Fariñas, parte de las presiones fue la detención el sábado de su hermana Carla, quien hirió a un hombre al que acusó de tratar de secuestrar a su madre.

Fariñas afirmó que policías lo “hostigan”, llegan a su celda a interrogarlo y a decirle “que va a tener una pena muy larga” y “una muerte lenta”.

Alicia Fariñas, otra hermana, quien acudió a la audiencia, amenazó con difundir videos en poder de familiares en el exterior donde -dijo- aparecen jefes de la policía departiendo con ‘el Palidejo’ en un club nocturno.

“Ellos tienen en contra de mi familia algo muy personal”, dijo la mujer.

El portavoz de la policía, Fernando Borge rechazó las acusaciones y aseguró que esa entidad es respetuosa de los derechos humanos. “No aplicamos tortura en ningún momento para obtener información”.