Cosecha Roja.-

Después de cuatro años de espera, la familia Cardozo por fin verá actuar a la Justicia. Hugo Altamirano, enjuiciado por el homicidio de Matías Cardozo, enfrenta la posibilidad de una condena de entre 8 y 25 años de prisión.

La noche del 18 de junio del 2008 en la avenida Presidente Perón, de la localidad de San Martín, se escuchó el rugido de dos autos. Estaban compitiendo en una picada ilegal: se pasaron varios semáforos en rojo y rozaron a varios peatones. Matías, a quien apodaban Pato, no escapó de la fatalidad: murió atropellado.

Matías, de 22 años, era estudiante universitario. Había salido de la casa a comprar una tarjeta para llamar a su novia. A las 22:30 de ese lunes, cuando los autos iban por la avenida y cruzaban la calle Alvear, otro vehículo, que respetaba las normas de tránsito, se interpuso en la carrera y ellos lo esquivaron. Pato caminaba por la senda peatonal, y antes de alcanzar a llegar al otro lado, uno de los autos lo levantó en el aire. La picada no se detuvo.

Víctor Altamirano, conductor del auto que atropelló a Pato, era reconocido en el mundo de las picadas por su temeridad. Según Diego Dieguez, abogado de la familia Cardozo, “se pudo comprobar que era habitué de las picadas y que tenía un auto preparado para correr”. De ahí se desprende que la familia Cardozo pida que al imputado se lo condene por homicidio simple con dolo eventual, pues si bien “pudo haberse figurado que podía atropellar a alguien con su actuación irresponsable, no hizo nada para evitarlo”.

Con el caso claro y con testigos del hecho, la familia de Pato no entiende cómo Altamirano, de 34 años y chofer de camiones, estuvo excarcelado todo este tiempo: “El tribunal lo dejó en libertad cuando por las características del caso debía estar detenido”, explicó Noemí Cardozo.

Dieguez agrega que la causa debe ser ejemplarizante para quienes corren picadas callejeras. “Además del fallo condenatorio bajo la carátula de dolo eventual, que no es fácil de lograr en un caso de tránsito, esperamos que la Policía secuestre los autos desde antes de las carreras. Hemos constatado que ellos saben quiénes están en las picadas, dónde las corren -porque son a la vista de todo el mundo- y qué autos tienen. Sabemos que a veces reciben dinero para permitirlas”, denunció.

El Tribunal Oral N.° 3 del Departamento Judicial de San Martín emitirá el fallo final la próxima semana. Mientras, los familiares y amigos de las víctimas se movilizan para pedir efectividad contra las carreras ilegales.