discapacidad 2Cuando Juan Pablo Salazar llegó al auditorio de la Universidad de Colombia para hablar en el Observatorio de Discapacidad no había acceso para su silla de ruedas. Era mayo y el Director del Plan para la Inclusión de las Personas con Discapacidad de ese país era el panelista invitado. La escena no pasó desapercibida para Sandra Katz (coordinadora argentina de la Red sobre Discapacidad y Derechos Humanos): se levantó, fue hasta donde estaba Salazar y le habló al público desde allí. Los espectadores tuvieron que darse vuelta y ponerse en el lugar de la persona discapacitada. La anécdota volvió a surgir en el 9° Encuentro de la Red Interuniversitaria Latinoamericana y del Caribe sobre Discapacidad y Derechos Humanos que comenzó ayer en la Universidad de Lanús.

“Para saber quiénes somos y qué lugar tenemos en el mundo es necesario preguntarnos por el pasado más profundo. Los colores de la piel, las estaturas y las constituciones física distintas tienen un punto de hermandad. La historia nos integra a todos y hace plantearnos desafíos y privilegios para ver cómo contribuimos a que sea mejor”, dijo el doctor en filosofía Fernando Buen Abad en la presentación del Atlas Histórico de América Latina y el Caribe.

El Atlas es una investigación de más de tres años realizada por la historiadora Mara Espasande, el geógrafo Ernesto Dufour y Buen Abad para enfrentar el colonialismo cultural y la colonización pedagógica.

El Atlas reconstruyó la historia latinoamericana desde las primeras civilizaciones. El análisis partió de la problemática de la unidad regional y los procesos de fragmentación y desmembramiento que generaron la división de la “unidad fundante” en más de 30 países. “América Latina es una nación que ha sido desmembrada. Hoy hablaríamos desde un territorio con la diversidad que la plurinacionalidad implica”, dijo Espasande y explicó que los latinoamericanos compartimos raíces históricas que fueron desarmadas por los intereses de las oligarquías locales.

La propuesta es encontrar una nueva manera de pensarnos como latinoamericanos. Basarse en categorías propias para elaborar las políticas públicas y dejar de usar preconceptos, porque según Espasande, los desafíos de los Estados son otros: “No es lo mismo pensar la justicia social, la inclusión y la sensibilidad en un país donde no existe la pobreza y mucho menos las condiciones de semicolonialidad que persisten en Latinoamérica”.

Dufour consideró indispensable la visión latinoamericana en la historia de la región. “Es necesario conocer nuestro territorio para poder defenderlo. La integración y la descolonización cultural, económica, militar y educativa son requisitos fundamentales para poder avanzar hacia la justicia social y la felicidad de nuestros pueblos”, dijo.

La Red de Estudiantes Latinoamericanos Por la Inclusión (RELPI) expuso los derechos de los estudiantes con discapacidad y la importancia de su inclusión en las universidades. Los estudiantes de Chile, Guatemala, Argentina, Colombia y México dijeron que sólo a través de la opinión y la puesta en común de “ideas que partan de los estudiantes para los estudiantes” podrán tomar acciones concretas en la defensa de sus propios derechos.

“A pesar de las asimetrías y desigualdades entre los países latinoamericanos fue muy importante descubrir que los puntos de encuentro tenían que ver con la accesibilidad. El intercambio con universidades de distintos países para evaluar obstáculos y facilitadores genera una riqueza”, dijo la moderadora del panel, Ana Rucci.

El mayor desafío expuesto por los estudiantes fue “el doble discurso” al que se sienten expuestos. Se habla del empoderamiento de las personas con discapacidad, pero que cuando buscan espacios de toma de decisiones no siempre son escuchados. Las dificultades dentro del colectivo se relacionan con que los universitarios se perciban como sujetos de derechos y deberes para pensar qué necesitan reforzar. Y desde la educación existe el desafío de capacitar a los docentes, que en su mayoría fueron formados para reconocer las necesidades del estudiante estándar y se sienten perdidos ante una situación diferente.

Mariana Ramírez de la Red de México resumió en una frase la primera jornada del Encuentro: “La empatía es el principal valor que se debe vivir. Si no nos ponemos en la situación que vive la persona discapacitada no se podrán implementar medidas subjetivas”.

Informe: Laura Ochoa