26 años después, la masacre de Wilde tendrá su juicio

Nueve policías imputados, más de 200 disparos, cuatro muertos y un único sobreviviente, que será el testigo fundamental del proceso que comenzará los primeros meses de 2020.

26 años después, la masacre de Wilde tendrá su juicio

Por Cosecha Roja
05/11/2019

La patota de la Bonaerense abrió fuego contra un Peugeot 505. Después de matar a los tres hombres que viajaban se metieron en el auto, plantaron armas y se fueron. No se sabe con certeza por qué dispararon. Hay quienes creen que los confundieron con ladrones o que tenían el dato de que estaban por hacer un intercambio de dinero. Incluso algunos testigos juran haber visto que se llevaban un maletín que nunca apareció. 

Ese 10 de enero de 1994 los policías de la Brigada de Investigaciones de Lanús también esperaban un Dodge 1500: por casualidad en ese momento pasó por el lugar otro Dodge en el que viajaban Claudio Díaz y el vendedor de libros Edgardo Cicutín. Los once policías los pararon, los hicieron bajar y los fusilaron. En total, los policías dispararon 270 balas. Claudio fue el único sobreviviente y hoy es el testigo fundamental del juicio que comenzará el año próximo, cuando se cumplan 26 años de la masacre de Wilde.

La fecha del juicio no está confirmada. “Sabemos que va a ser en los primeros meses del 2020”, contó a Cosecha Roja el abogado Ciro Annicchiarico, representante de la esposa de Cicutín. El Tribunal Oral en lo Criminal 3 de Lomas de Zamora fijó una audiencia preliminar para el 6 de diciembre. Ahí se va a discutir el cronograma, la lista de testigos y las demás pruebas que se utilizarán durante el juicio oral. 

En el banquillo de los acusados estarán nueve de los once policías que participaron de la masacre, que fueron sobreseídos en varias instancias hasta que en 2013 la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires ordenó reabrir la investigación. 

Los ex comisarios Hugo Reyes, Eduardo Gómez y Roberto Mantel, los ex oficiales Osvaldo Lorenzón, Julio Gatto y Marcelo Valenga, los ex subtenientes Marciano González y Pablo Dudek y el ex cabo Marcos Rodríguez pertenecían a la Brigada de Investigaciones Lanús de la que era subjefe el ex comisario Juan José Ribelli, quien pasó ocho años preso acusado por el atentado a la AMIA hasta que fue sobreseído en el juicio. Rodríguez es el único de los policías que hoy está preso. Después de la masacre estuvo prófugo 20 años hasta que lo detuvieron en 2014 en Córdoba. 

“Los policías plantaron las armas y dijeron la versión del enfrentamiento. Pero la jueza de instrucción investigó rápidamente. Entonces bajo directivas de Ribelli, que estaba en Brasil, lo hicieron escapar a Rodríguez y dijeron que todos los disparos los hizo él; los más de 200 disparos. Así era la maldita policía”, explicó Annicchiarico. 

Las pruebas principales, explicó el abogado, son el auto de prisión preventiva que dictó la jueza a los diez días de la masacre, la reconstrucción y las pericias que confirmaron que los disparos partieron únicamente desde el lugar en el que estaban los policías y la declaración del único sobreviviente.